Mons. Miguel Irizar Campos, C.P.
24 de Julio de 2001
Saludo al Presidente de la República
en la entrega del documento final del Grupo de Trabajo de
Iniciativa Nacional Anticorrupción (INA)
Señor Presidente de la República, señor Presidente electo,
señor Ministro de Justicia, señores y señoras:
Hace tres meses en la presentación oficial de los miembros
del INA le alcanzábamos los primeros avances de nuestra propuesta en la lucha
contra la corrupción la que denominamos intencionalmente «Compromiso Etico por
el Perú».
Al calificar el compromiso como ético, queríamos señalar como
uno de los objetivos prioritarios de esta iniciativa nacional anticorrupción,
promover la ética pública, eje central que a nuestro parecer debe animar y
alimentar transversalmente el proceso de regeneración moral e institucional del
Perú.
Usted, señor Presidente, en su discurso magistral de aquella
jornada del 25 de abril, afianzó y respaldó los lineamientos germinalmente
esbozados por nuestro equipo de trabajo.
Le confieso que no ha sido fácil la tarea que se nos ha
confiado y puedo asegurarle que los miembros del INA nos hemos comprometido
seriamente en nuestro trabajo que ha sido generosamente secundado por los
expertos que nos han acompañado en la Secretaría Técnica del INA.
Para el diseño y elaboración del documento que le estamos
alcanzando, hemos procurado como era nuestro deber, escuchar a la opinión
pública sobre la problemática de la corrupción, procurando por todos los medios
a nuestro alcance y dentro de nuestras limitaciones, establecer contactos con
todos los sectores posibles del Estado, de la sociedad civil, con los actores
sociales y políticos, con las autoridades, Ministerio Público, Fiscalía de la
Nación, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, y responsables de medios de
comunicación social, etc.
Queremos especialmente destacar los foros regionales
convocados en seis ciudades importantes del país, en los que hemos participado
en forma compartida los miembros del INA acercando a la ciudadanía la propuesta
del compromiso ético y recogiendo sugerencias e iniciativas de los diferentes
sectores e instituciones públicas y privadas.
Ha sido especialmente significativo la Conferencia Nacional
Anticorrupción organizada por el Consorcio Proética en coordinación con el
Ministerio de Justicia e Iniciativa Nacional Anticorrupción que nos ha
enriquecido con las experiencias y estrategias de diferentes países en la lucha
contra la corrupción.
Hemos procurado asimismo, establecer contactos con los
líderes de las fuerzas políticas antes y después de las últimas elecciones
generales, tratando de comprometerlos en este compromiso ético de lucha contra
la corrupción, especialmente a los que pronto asumirán las responsabilidades de
gobierno de nuestra nación y naturalmente con el Presidente electo, Dr.
Alejandro Toledo.
Estos encuentros con autoridades, líderes políticos y
congresistas han sido especialmente iluminadores y comprometedores tanto para
ellos como para nosotros en el proceso de consolidación de esta modesta agenda
de lucha contra la corrupción que ponemos en sus manos.
Reconocemos las limitaciones de nuestro trabajo y de nuestra
propuesta que deberán ser posteriormente completadas por las instituciones
competentes que han de asumir el liderazgo en la conducción de la agenda de
lucha contra la corrupción, cuyos programas han de fundamentarse sobre todo en
una decidida voluntad de promover una ética pública liderada por el Poder
Ejecutivo en alianza estratégica con la sociedad civil.
En nuestro diagnóstico detectamos que nuestra sociedad
adolece de un serio déficit del sentido ético en el espacio público.
Una serie de comportamientos y prácticas sociales traslucen
un débil compromiso con lo público y el bien común, e indican que la acción
política ha prescindido con frecuencia del horizonte ético de los valores, que
la función pública se ha utilizado para la satisfacción de intereses particulares
que afectan los deberes de función, los intereses colectivos y la moral social.
Pero no todo el panorama ha sido sombrío y hemos comprobado
ejemplares experiencias de probidad en funcionarios y servidores de la
administración pública tanto en la esfera del Estado como en los municipios y
las organizaciones sociales.
Gracias a Dios y a la acción de recuperación institucional y
democrática promovida por el gobierno de transición liderado por usted Señor
Presidente, estamos viviendo un tiempo especial de gracia por el nuevo espíritu
de regeneración moral, ética y social que está devolviendo la confianza a los
ciudadanos del Perú y el respeto y la dignidad que se merece nuestro país en el
concierto de las naciones.
En este espíritu de consolidación de la institucionalidad, de
la transparencia en la administración pública y del reforzamiento de la ética y
de los valores esenciales en nuestra sociedad peruana paso a resumir los
lineamientos generales y las recomendaciones que estamos proponiendo para nuestro
país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario